Hoy os presentamos el relato ganador de nuestro concurso por el día de la mediación en la categoría de adultos: «Tendiendo puentes»
Tal y como recordaréis, convocamos con motivo del día de la mediación nuestro concurso: ¿Hacemos las paces?.En la categoría de adultos, la modalidad que elegimos este año fue el relato. Os recordamos las bases de la convocatoria aquí.
La ganadora asistió hace un tiempo a uno de nuestros talleres, organizado en su empresa. Nos ha sorprendido gratamente su relato porque cuenta una situación real en la que pudo:
-poner en práctica lo aprendido con nosotros
-y ayudar a sus vecinas a solucionar una situación que las tenía enfrentadas desde hacía varios años.
Como ya os adelantamos hace unos días, en la categoría de adultos la ganadora ha sido Carolina Suarez.
Desde aquí, damos la enhorabuena a Carolina por dos cosas:
- por ser una alumna tan aplicada y poner en práctica nuestras enseñanzas
- y por este estupendo y divertido relato que reproducimos a continuación:
«Hoy me he encontrado a dos de mis vecinas discutiendo en el portal. Llevo poco tiempo en el edificio y no conozco aún a mucha gente. Sin embargo, alguna vez he coincidido con ambas en el ascensor y he percibido tensión entre ellas.
Parece que la tensión hoy ha llegado a su punto máximo. He dudado mucho si era mejor pasar de largo con un tímido «buenos días» y dejarlas a lo suyo o tratar de ayudarlas, porque parecían estar pasando un mal rato, la verdad.
Finalmente, he recordado algo de lo que aprendí en aquel taller que hace meses celebraron en mi empresa: empatía, asertividad, escucha… Son palabras que volvieron a mi mente y decidí hacer una prueba. «A ver qué pasa», me dije.
Me puse en el lugar de mis vecinas y pensé que a mí me gustaría que alguien me ayudara a salir de una situación desagradable.
Para introducirme en la conversación, decidí seguir el «esquema» de asertividad que nos habían enseñado y dije algo así: «me da un poco de apuro interrumpiros, os estoy viendo discutir y pasar un mal rato y me gustaría ayudaros. ¿Queréis contarme qué ha pasado?».
Por supuesto, se quedaron alucinadas. Pero, superado el estupor inicial, dijeron que sí. Llevaban años discutiendo por la utilización del tendedero que compartían en el patio, no se hablaban desde hacía tiempo, se evitaban en el ascensor y, de vez en cuando, saltaban chispas, como hoy.
Conseguí que me lo contaran por turnos, incluso me atreví a parafrasear un poquito para ayudarlas a escucharse y comprenderse.
Y, cuando me atreví con una «pregunta milagro», descubrieron que ambas querían, sobre todo, acabar con el enfrentamiento que tanta tensión les causaba y que, para eso, no era tan difícil compaginar el uso del tendedero según los intereses y necesidades de cada familia.
No os voy a contar mucho más. Sólo quería deciros que me atreví a probar y funcionó. Y que las tres nos fuimos mucho más contentas a casa.»
Muchas gracias por participar y enhorabuena, Carolina. En breve, recibirás tu premio.
Loreto Reyna Carrascosa (10-02-2017). Relato ganador de nuestro concurso: «Tendiendo puentes». Asociación ¿Hacemos las paces?