Mehuer, la Fundación Medicamentos Huérfanos y Enfermedades Raras presentó este año el corto «Playa y montaña».
Se nota la mano de profesionales como Emilio Aragón detrás del cortometraje.
En tan sólo 2 minutos son capaces de transmitir perfectamente qué sucede a una familia cuando después de haber imaginado algo, la vida da un revés y descuadra todo.
«Cuando vas a tener un bebé es como planear unas vacaciones. Ese viaje a la playa con el que siempre has soñado, por fin lo vas a hacer.
Entonces empiezas a comprar guías de las mejores casas del mundo y a hacer planes maravillosos. Pasear por la orilla, tumbarte a echar una larga siesta.
¡Es todo tan emocionante!
Finalmente llega el gran día. Preparas tus maletas y allá que vas.
Varias horas después la carretera se corta y comienza un sendero de pinos que se adentra en un bosque.
– Bienvenidos a la montaña.
– ¿A la montaña?, ¡pero si yo iba al mar!.
Y aunque te lleva algún tiempo asumirlo, comienzas a pensar que no has llegado a un lugar tan horrible, simplemente es diferente
Porque si te pasas la vida quejándote de que nunca llegaste a ir a la playa puede que nunca tengas la libertad de poder disfrutar de todo lo especial que tiene la montaña.
Si la vida da un cambio de rumbo, conocerás otros lugares que pueden ser también maravillosos.»
Después de ver el corto «Playa y montaña» poco más hay que añadir.
Aunque difícil de asumir, cuando viene algo diferente a lo que esperamos tiene que romper todos tus esquemas. Y por lo que yo he visto en todos los casos que conozco, el tiempo te lleva a eso, a disfrutar de lo bueno que tiene la montaña.
En la página web de Mehuer nos encontramos en su portada con esta frase:
«NO SIEMPRE PODEMOS ELEGIR EN QUÉ QUEREMOS SER DIFERENTES»
Y en «Playa y montaña» lo vemos más evidente aún si cabe.
Llevando todo esto al terreno que nos ocupa a los mediadores, me gustaría que vierais que este mensaje es extrapolable a muchas circunstancias de la vida.
Al igual que en «Playa y montaña», en la vida tenemos muchas dificultades que no pedimos, de hecho son la mayoría de ellas.
Y nosotros somos los únicos que podemos elegir cómo afrontarlas. Podemos regodearnos en el dolor, el enfado o la tristeza que nos causa esta nueva circunstancia ni esperada ni elegida, o podemos asumir que no hay más remedio que asumir que lo que no tiene remedio y no se puede cambiar hay que afrontarlo. Centrarnos en lo bueno que tiene para poder así verlo desde otro punto de vista.
Ya nos lo han dicho en «Playa y montaña»: « Porque si te pasas la vida quejándote de que nunca llegaste a ir a la playa puede que nunca tengas la libertad de poder disfrutar de todo lo especial que tiene la montaña.
No dejéis de ver este precioso corto. Podéis hacerlo aquí.
Isabel Zarraluqui López (8-10-2016). El cortometraje Playa y montaña. Asociación «¿Hacemos las paces?»