Como cada año, hemos impartido un taller en la Universidad de Comillas sobre mediación escolar y educativa.

Mediador escolar firmando acta¡Los futuros profesores de esta universidad prometen! Su entusiasmo por la mediación escolar fue muy gratificante.

Más de media hora tuvimos que quedarnos al final del taller para solucionar dudas.

Entre ellas estaba el entender con claridad cómo se desarrolla una mediación escolar.

Nos ha parecido interesante recordarlo en un post, para aclarar así a todo aquél que tenga dudas, en qué consiste este proceso.

Podríamos dividirlo en 7 fases:

1- Detectar un conflicto mediable

¿Quién puede detectarlo? No siempre tienen que ser las partes implicadas las que lo detecten y soliciten una mediación. En el caso del ámbito escolar, puede ser un profesor, tutor, vigilante de patio, compañero, amigo, familiar…. Es decir, cualquiera.

Una cosa es detectar el conflicto y otra hacer una mediación. Tú puedes darte cuenta de que una situación se solucionaría con facilidad en mediación, y puedes preguntar a las partes si quieren llevarla a cabo. Pero nunca obligarles. Recordamos que una mediación siempre tiene que ser voluntaria para todas las partes. También en el ámbito escolar.

2- Iniciar una mediación

Una vez se ha propuesto llevar a cabo una mediación y las partes acceden, podemos comenzar.

Conviene que se haya establecido una sala para llevar a cabo estas intervenciones. Tiene que generar un ambiente agradable y propiciar una buena comunicación.

El espacio es muy importante. Podéis saber más sobre esto consultando este artículo.

Una vez situados en este lugar, comenzamos.

Siempre se empieza explicando a las partes en qué consiste una mediación. Cuáles son sus principios y sus fases. Qué normas y responsabilidades tienen cada uno de ellos etc. 

Tras esta explicación, ¡ya podemos comenzar!

3- La fase de «Cuéntame»

Antes de nada hay que conocer las versiones de las partes.

Comenzaremos pidiendo que nos den toda la información posible. Con preguntas abiertas, dando los mismos tiempos y protagonismo a todas las partes. Iremos así construyendo la historia de lo sucedido. Aprovechando siempre para que uno escuche la versión del otro y pueda ponerse en su lugar. Iremos parafraseando para limpiar lo que cuentan, fomentando así una buena comunicación.

4- Descubrir los verdaderos intereses de cada uno

Y aunque digo descubrir, no me refiero a descubrirlo yo, sino ellos.

En la mayoría de las ocasiones no sabemos lo que realmente necesitamos. Mantenemos una posición, y no conseguimos saber cuál es nuestra verdadera necesidad. 

Este es el primer gran paso.

5- Análisis de microconflictos

Analizamos entonces los pequeños desacuerdos que puedan tener. Habrá que empezar por alguno fácil de solucionar. ¡Así nos motivaremos todos!

Poco a poco vas intercalando distintos temas de forma que se generen microacuerdos.

6- Acuerdo global

Es el momento de recoger todos los microacuerdos en un acuerdo global.

Nuestra experiencia nos dice que los acuerdos en mediación escolar son de lo más variopintos.

Tenemos que asegurarnos que son factibles. Siempre habrá algún alumno que quiera pedir perdón comprándole al otro un balón firmado por toda la selección española, pero el hecho es que no es una solución muy realista… Tenemos que hacer aquí de agentes de la realidad.

Si son muy habituales las ayudas en deberes, enseñar una de tus habilidades, comprometerte a avisar cuándo haya quedadas y un largo etc. A mí personalmente ¡me encantan los acuerdos a los que se llega en el ámbito escolar!

7- Firma del Acta Final

No penséis que la mediación escolar no es igual de seria que el resto de mediaciones. 

Al finalizar, tendremos que redactar un acuerdo que firmarán las partes. El acta nos dirá si se ha llegado a acuerdo o no. y las partes deciden si se da a conocer este acuerdo o no. Nadie tiene por qué enterarse si ellos no quieren.

De hecho, el mediador está obligado a guardar la confidencialidad durante todo el proceso, y también acerca de su final.

Incluso si los mediadores son alumnos, en el caso de que un profesor o el director te pregunte, no puedes contar nada. Estás protegido por la confidencialidad de la mediación. De hecho en mediaciones de otro tipo, los mediadores no pueden testificar en juicio (salvo petición de todas las partes). Un juez nunca nos puede obligar a declarar (salvo delito).

Espero que os haya quedado claro cómo se desarrolla una mediación escolar.

¡Os animo a todos a probar este sistema de resolución de conflictos en vuestros colegios!

Y no dudéis en brujulear por nuestra web para saber más.

Isabel Zarraluqui López (31-01-2019). «Cómo se desarrolla una mediación escolar». Asociación ¿Hacemos las paces?

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