En el Congreso, desarrollado del 22 al 27 de Septiembre en Génova, se han llevado a cabo debates, ponencias y charlas acerca de los distintos ámbitos en los que se desarrolla la Mediación. Esto es, familiar, escolar, justicia y participación ciudadana, comunitaria, civil etc.
Nos centramos aquí en las conclusiones con respecto a la Mediación Escolar, que son muy interesantes. Las recogen en 10 puntos:
1. Si como lo establece el artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, éste debe ser educado en la comprensión, la fraternidad y la paz, con plena conciencia de que debe consagrar sus energías al servicio de sus semejantes; es urgente el diseño de políticas públicas que incorporen en sus planes de estudios desde preescolar hasta la educación media superior, habilidades para facilitar el diálogo y la mediación.
2. La consideración del diálogo como estrategia para prevenir o facilitar la solución conflictos en la escuela debe reflejarse en la promoción y formación de habilidades cognitivas, como la asertividad, la empatía y la compasión tanto en educandos como en todos los actores escolares.
3. Como bien sabemos la democracia se caracteriza por ser el sistema político idóneo en la evolución de sociedades pacíficas que respetan la dignidad y los derechos humanos, es por eso que en la escuela la democracia como modo de vida que engloba los mismos principios de la mediación, se debe convertir en la práctica cotidiana en todos los niveles de enseñanza aprendizaje.
4. Generar políticas públicas para atender en la escuela a niños y adolescentes migrantes y a sus padres en la búsqueda de una adecuada inserción a la sociedad que los recibe, que implemente programas que faciliten la inclusión y la convivencia en la diversidad, enriqueciendo así la interculturalidad.
5. Revisar los currículos escolares, incluyendo el de formación de docentes, e insertar la teoría y práctica de la gestión de conflictos, especialmente la mediación, la facilitación del diálogo y el desarrollo de habilidades socio cognitivas.
6. Generar políticas públicas para dar plena vigencia a la concepción de escuela pacífica en donde todos los actores interactúan en este espacio de convivencia, aprenden a dialogar y a mediar, es una garantía de que un amplio y nuevo acervo de aprendizajes producen influencias positivas en las familias y en los barrios.
7. Generar políticas escolares que propicien que los actores de este espacio de convivencia aprendan “a vivir juntos” implica la utilización de métodos dialógicos de solución de conflictos a través de la mediación entre pares.
8. Considerar que así como el quehacer de la escuela se irradia a la comunidad, la difusión de las buenas prácticas de mediación escolar puede facilitar la implementación de programas de mediación en otras escuelas, logrando que esto se perciba como una necesidad de la comunidad escolar.
9. Fomentar la vinculación de instancias como la familia y la seguridad pública con la escuela para ayudarla en la prevención de los conflictos través de programas de cultura y respeto a la legalidad.
10. Considerar que la mediación se basa en el protagonismo de las partes para gestionar su conflicto representa un aprendizaje significativo del ejercicio de la libertad y de la autonomía del ser, por cuanto los educandos pueden vivenciar el ser sujeto de derechos y co-construir una convivencia democrática.
No podemos estar más de acuerdo en este decálogo, que nos da fuerzas para seguir en nuestra lucha por conseguir inculcar a las nuevas generaciones una nueva forma de solucionar los conflictos, de enfrentarse a las diferencias y de perseguir sus intereses desde el respeto y la tranquilidad de saber que no es necesario perjudicar a nadie para conseguirlos.
Podéis consultar éstas y otras conclusiones y reflexiones pinchando aquí.