Ésta es una muestra más de la efectividad de la mediación vecinal
La semana pasada apareció en prensa una nueva noticia sobre mediación vecinal en Valencia, que muestra la eficacia de la mediación en todos los ámbitos.
Esta vez la mediación vecinal es objeto de una especial atención, ya que es capaz de solucionar un problema de convivencia que afecta a una familia y a una agrupación fallera. La situación que se plantea seguro que refleja situaciones que todos hemos vivido de cerca, en las que determinadas acciones, lícitas, se convierten en molestias para otras personas.
La familia de una niña que padece una enfermedad grave debía soportar los ruidos propios producidos por las reuniones de una agrupación fallera, que tiene su sede en el local contiguo a la vivienda familiar. La familia se había quejado en distintas ocasiones y la agrupación había tomado medidas par insonorizar el local. Pero no se solucionaba el problema.
El Centro de Mediación del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia,para darse a conocer, propuso a las partes la realización de una mediación vecinal. En este caso en seis sesiones consiguieron alcanzar un acuerdo que ha satisfecho a los implicados. Lo único que conocemos del acuerdo es el traslado de la sede de la agrupación fallera, lo que es lógico ya que la mediación es confidencial.
La mediación en general y en particular la mediación vecinal tiene muchas ventajas. Si las partes de forma voluntaria se sientan para hablar del problema, con la ayuda del mediador pueden llegar a alcanzar soluciones propias que satisfagan el interés de ambos. Estas soluciones se aceptarán por las partes de mejor grado, porque son acuerdos únicos en los que han intervenido directamente. También pueden tener un contenido individualizado, que en el caso de haber sido resuelto por un tribunal no se hubiese recogido, pues éste sólo aplicará la ley sin poder contemplar otras alternativas. Pero además se alcanza un acuerdo en un plazo breve y ahorra costes a las dos partes. Si la opción de los interesados hubiera sido acudir al juzgado, el problema se hubiera prolongado en el tiempo desgastando a los implicados, deteriorando aún más las relaciones entre ellos y el coste económico, en este caso ninguno porque se hizo la mediación de forma gratuita, hubiera sido mayor. La solución llegaría tarde y probablemente no hubiese satisfecho por completo a ninguna de las dos partes, ya sea por su contenido desfavorable como por su tardanza…
La mediación no es la solución única y en muchas ocasiones no puede sustituir a otras formas de resolver conflictos, pero si es una alternativa seria y apropiada en muchos supuestos cotidianos como hemos visto en el supuesto de mediación vecinal relatado.
Si quieres conocer más de cerca la noticia pincha en este enlace: http://www.levante-emv.com/fallas/2015/03/13/falla-carteros-traslada-beatriz/1237667.html
Iborra Grau, C. (2015) ¿hacemos las paces?