Más que una lección, yo diría que «The present» nos da varias…

The present,, un corto con mucho mensaje

The present, un corto con mucho mensaje

No sabría por donde comenzar. Este corto del director alemán Jacob Frey , The present, que se ha hecho viral, ha sido premiado en numerosos festivales y ha sido visto por más de un millón de personas a través de Vimeo (ver el corto), trata en tan sólo tres minutos y medio muchos de los problemas de los jóvenes de hoy en día.

Uno de ellos sería cómo utilizan la tecnología para encerrarse en su mundo y no afrontar sus problemas. En este caso vemos como al comienzo de «The present», el niño está enfrascado jugando a un videojuego y eso hace que no sea capaz de vivir todo lo que le rodea. Hay que esperar a que llegue su madre y le recuerde que es de día, que además hace un tiempo maravilloso y que trae un regalo para él, para que el niño despegue la vista del televisor.

Creo que esto nos suena a todos, ¿no?, bien en nuestra faceta de padres, tíos, profesores… Lo del regalo siepre surte efecto. Y es con the present precisamente con lo que tenemos una nueva lección en el corto. Lo importante de hacer un buen regalo a un niño. Al hilo de esto os recomiendo, para el que no lo haya hecho ya, ver un vídeo que ya recomendamos a través de facebook en su día, donde ahondan más en lo que sería «El regalo perfecto» Lo podéis ver aquí. En él se trata de cómo cuando se trata de hacer un regalo, sería más importante ver qué necesita la otra persona, que no comprar como borregos lo que la publicidad nos marca como necesidad. Y en la mayoría de los casos ocurre que lo que se puede regalar ni siquiera es material. Ahí dejo esa reflexión…

En el caso de «The present» ocurre justo eso, el regalo es un perro, que además tiene una pata amputada, hecho que hace que el chico lo rechace y pierda la ilusión inicial. Evidentemente el espectador no lo comprende todavía, por lo que prejuzgamos al niño, otro de los problemas que se trabajan en el corto. La insistencia en prejuzgar a la gente cuando falta información. 

Es el propio perro, el que con su simpatía y sus juegos, da una lección al niño de cómo se puede hacer, no sin esfuerzo, sin una de las cuatro patas, lo mismo que con ella. La diferencia es la actitud. Consigue así el perrito involuntariamente a través de la empatía,  que el niño se contagie de su entusiasmo y su forma de adaptarse a sus circunstancias, sin quejas ni reproches, tan sólo asumiendo lo que tiene, que es con lo que tiene que vivir. 

Cuando por fin el niño se decide a jugar con el perro, vemos al levantarse que a él también le falta parte de una pierna. Tres segundos para que pasen por tu mente todo tipo de lecciones que hemos ido viendo, y otras que a cada uno de vosotros se os habrán ido ocurriendo, pero la conclusión que yo saco es que este era el regalo perfecto para este niño en esas circunstancias, the present.

Isabel Zarraluqui (03-02-2016) «¿Hacemos las paces?»

.